Fiestas populares

Las fiestas populares constituyen fruto de la creación en las distintas etapas históricas de un pueblo, su idiosincrasia, sus rasgos más característicos, de acuerdo con sus orígenes étnicos y el desarrollo alcanzado a través del proceso de transculturación.

Del 24 al 29 de junio, cientos de visitantes nacionales y extranjeros acuden a la otrora villa de Santa María del Puerto del Príncipe, actual ciudad de Camagüey, para disfrutar junto a sus lugareños del San Juan, una de las expresiones más antiguas de la cultura popular tradicional de esta región.

Surgidas en el siglo XVIII, las festividades se inician en el primer minuto del 24 de junio, con la lectura del Bando que regula su realización, desde uno de los balcones de la sede de la Asamblea Municipal de Gobierno, tradición que cada año deja oficialmente inauguradas estas celebraciones.

Entre lo más distintivo del jolgorio, ese propio día en la mayoría de los barrios camagüeyanos se confecciona colectivamente el ajiaco, apetitoso plato de la comida típica de la región.

También destacan los paseos de comparsas, congas y carrozas, que incluyen igualmente  monos viejos, ensabanados, muñecones, patinadores y coches adornados, entre otras variedades.

Las comidas tradicionales, el colorido de los vestuarios y los bailes populares forman parte del patrimonio cultural de la Ciudad de los Tinajones.

No menos atractiva es la ceremonia del entierro de San Pedro, en la tarde del 29 de junio, cuando el supuesto difunto —un muñeco de trapo y paja—  es llevado en parihuelas por céntricas calles, al compás del enardecido sonido afrocubano de los tambores, el repiqueteo de los cencerros y el timbre agudo de las trompetas. Casi siempre, esos momentos se viven bajo la lluvia de la primavera.

Por estos días, en Camagüey miles de personas disfrutan de esa fuente de inspiración que brinda nuestro acontecer cultural, que cargado de criollidad cobra bríos singulares.

Muchos dan vida al San Juan, a su identidad de leyenda y Cultura. Una festividad que forma parte del patrimonio cultural de una urbe con más de 500 años. Una fiesta de pueblo que del pasado llega hasta el presente.