Rescate y salvamento y Huracán Irma

La Habana, 29 sep.- Elba Rosa Pérez Montoya, ministra cubana de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), alertó sobre la necesidad de permanecer alerta ante fenómenos naturales extremos y abogó por medidas de enfrentamiento continuo.

La titular, que puso como ejemplo al reciente huracán Irma, advirtió que es imprescindible mantener una preparación incesante contra esos fenómenos meteorológicos, no solo durante la temporada ciclónica, de junio a noviembre, sino también después.

Pérez Montoya intervino en un Taller nacional con especialistas municipales y provinciales de su organismo, efectuado en el Hotel Atlántico, donde insistió en que Cuba tiene una considerable cantidad de áreas de peligro, vulnerabilidad y riesgo.

Ilustró su exposición con el hecho que los vientos, las lluvias y las inundaciones del Irma provocaron la destrucción de las playas arenosas, debido a prácticas incorrectas en la costa en Guanabo, en La Habana; y de inmuebles en asentamientos en Piñón y Júcaro, en las provincias de Villa Clara y Ciego de Ávila, respectivamente.             

Al respecto, se refirió a la Tarea Vida o el Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático, aprobada por el Consejo de Ministros el 25 de abril pasado, que requiere concebir y ejecutar un programa de inversiones progresivas a corto (2020), mediano (2030), largo (2050) y muy largo plazo (2100).

Con vistas a garantizar su aplicación, la ministra anunció que en coordinación con el Instituto de Planificación Física y el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, se estudian medidas frente a situaciones de derrumbes, para evitar la construcción en zonas de riesgo y definir la relocalización.

Además, se refirió a la aprobación y actualización de los planes de ordenamiento de los asentamientos costeros vulnerables y la promoción de la reducción demográfica de la zona costera, mediante la reubicación de la población declarada ilegal en tales sitios.

Es vital afrontar las indisciplinas sociales en las zonas del litoral y los lugares dañados por la contaminación, esclarecer que las prioridades no son inamovibles, sino que pueden enriquecerse, y educar a la población, en particular la que habita en terrenos amenazados, añadió. (ACN)